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El tiempo de vida útil de los neumáticos puede variar dependiendo de varios factores, como la calidad de los neumáticos, el tipo de vehículo, las condiciones de la carretera y el estilo de conducción. Sin embargo, en general, se recomienda cambiar los neumáticos cada 40,000 a 60,000 kilómetros o cada 4 a 6 años. Si notas un desgaste desigual o irregular en los neumáticos, es importante cambiarlos antes.

Mantener la presión correcta en tus neumáticos es esencial para garantizar un manejo seguro y prolongar su vida útil. La presión recomendada varía según el tipo de vehículo, pero generalmente se encuentra entre 30 a 35 PSI (libras por pulgada cuadrada). Puedes encontrar la presión recomendada en el manual de usuario del vehículo o en una etiqueta adherida al interior de la puerta del conductor.

Los neumáticos de verano están diseñados para un rendimiento óptimo en condiciones secas y calurosas. Tienen una banda de rodadura más lisa y menos agarre en superficies resbaladizas. Por otro lado, los neumáticos de invierno están fabricados con una banda de rodadura más profunda y con compuestos de goma que se mantienen flexibles incluso a bajas temperaturas. Proporcionan mejor tracción en carreteras nevadas o heladas.

El dibujo de los neumáticos es crucial para un buen agarre en carreteras mojadas. Un método común para verificar la profundidad del dibujo es utilizar una moneda de 1 euro. Si la banda de rodadura cubre parte de la cifra del año grabada en la moneda, significa que tus neumáticos tienen suficiente dibujo. Sin embargo, si la banda de rodadura está por debajo de esa marca, es hora de cambiar los neumáticos.