Mantener la presión correcta en tus neumáticos es esencial para garantizar un manejo seguro y prolongar su vida útil. La presión recomendada varía según el tipo de vehículo, pero generalmente se encuentra entre 30 a 35 PSI (libras por pulgada cuadrada). Puedes encontrar la presión recomendada en el manual de usuario del vehículo o en una etiqueta adherida al interior de la puerta del conductor.